Hay una serie de razones por las cuales nos conducimos en la vida de una u otra forma. Lo cierto es que la gran mayoría de las veces estamos copiando patrones aprendidos en casa, y así como eso puede regir nuestras conductas sentimentales, también lo hace sobre nuestra conducta financiera.
Es así como tu relación con el dinero puede ser muy sana o no tanto. Veamos algunos ejemplos:
- Si has crecido en un hogar en donde lo más importante fue ahorrar e invertir, muy probablemente tengas un patrón de inversión altamente desarrollado y una capacidad de guardar o administrar tu dinero de forma eficiente y que muchos admiran.
- Si por el contrario creciste en medio de constantes despilfarros, es bastante probable que en lo que tengas algo de dinero los gastes en algunas cosas que pueden resultar innecesarias o incluso poco importantes en cuanto a forjar un futuro exitoso se trata.
Hemos hablado de los dos extremos más comunes. Sin embargo, en medio de ellos hay una escala de matices bastante amplia, lo más importante es entender que muchas veces el cómo nos relacionamos con nuestro dinero ya sea para ganarlo, gastarlo o invertirlo viene de casa y la mayoría de los que toma conciencia de ello puede revisar, cambiar y actuar.
Administrar el dinero, cuestión de conciencia
El nivel de conciencia sobre estos temas es fundamental, porque no todos los patrones que gobiernan nuestra conducta nos benefician del todo. Un ejemplo claro podemos encontrarlo en el tipo de trabajo que tenemos, muy probablemente ya nos hayamos dado cuenta que el trabajo de oficina que aplicaron nuestros padres no es necesariamente para esta generación.
En la medida que el individuo va conociendo, su respuesta ante los diferentes estímulos financieros y los porqués de ellas, es más sencillo incorporar prácticas diferentes y si es el caso, mejorar su porvenir económico, a través de pequeños cambios.
Una de las mejores formas de adentrarse en estos temas es revisar la literatura que está publicada sobre ellos, aquella actualizada, que trata los negocios de esta era tal y como son, una fórmula muy diferente a aquellas con la que la mayoría crecimos y una concepción de libertad financiera posible, a través de actos conscientes y llenos de inteligencia.