Muchas personas consideran que tener deudas es una señal de mala administración personal y les sacan el cuerpo al extremo de no poseer ni una tarjeta de crédito (TC). Otros se comprometen hasta el límite, tratando de vivir bajo unas condiciones que superan lo permitido. Como sucede casi siempre en estos casos, lo óptimo es equilibrar ambas posiciones.
Un préstamo es útil porque te permite hacer cosas que de lo contrario estarían fuera de tu alcance. Por ejemplo: abrir un negocio nuevo o expandir uno existente, realizar estudios universitarios, comprar casa, etc. Generalmente, el dinero proviene de una institución bancaria que presta a una cierta tasa de interés; o sea, que al terminar de devolver el capital has pagado un exceso, la ganancia del banco.
Con todo, es un compromiso positivo con un beneficio asociado; se trata de una inversión. No es lo mismo si te vuelves un comprador compulsivo y adquieres cuanto aparato, automóvil o moda sale al mercado careciendo de medios para responder. En este caso es un despilfarro y nada bueno sacas de ello, solo vives de las apariencias y no eres feliz.
¿Cómo superar el problema de las deudas?
El punto es que ya estás aquí y no hallas solución. Tienes que pagar y no sabes de qué modo lograrlo. Veamos que puedes hacer:
- Prepara una lista de tus cargas económicas: en una hoja o un archivo Excel escribe el nombre de los acreedores (TC, bancos, familiares, amigos, etc.) y los montos adeudados. Comienza solventando los más pequeños, esto te proporcionará un cierto alivio.
- No hagas gastos innecesarios: una forma de autocontrolarse es esperar, si después de un tiempo prudencial todavía te sientes fuertemente atraído hacia el producto entonces quizás puedas pensar en adquirirlo.
- Ahorra: parece absurdo, pero aun en las malas épocas es posible guardar algo. Aunque solo puedas depositar un poco cada vez, lentamente la cantidad aumentará hasta hacerse significativa. Ten paciencia.
- Amortiza más del mínimo: si dejas de usar las TC y cubres por encima de la cuota base mensual, eventualmente vas a quedar libre de ese compromiso. No es fácil pero sí muy satisfactorio. A lo mejor eso implica sufrir una estrechez temporal; sin embargo, el sacrificio vale la pena.