Un famoso refrán enseña que una imagen dice más que mil palabras. Esta premisa no se aplica únicamente al trabajo de los fotógrafos o diseñadores gráficos, sino también a la apariencia personal, especialmente en el ámbito laboral.

Aunque parece irrelevante, es un aspecto que afecta directamente la manera en la que somos percibidos por otras personas. Sin embargo, debe tenerse en cuenta que no se trata de optar por un código de vestimenta en función de la amenaza de ser discriminados por ello. La razón por la que este factor es relevante, es porque refleja la importancia que le damos al lugar de trabajo y nuestra capacidad de adaptarnos al entorno laboral.

En este sentido, es preciso saber distinguir los entornos que requieren una vestimenta formal de aquellos que son informales. Los primeros son generalmente los de tipo corporativo, en los que se con frecuencia, se establece un código al respecto. Son ambientes típicamente rígidos, por los que se recomienda evitar riesgos en las combinaciones y optar por colores seguros tales como los tonos azules.

Los informales, por su parte, ofrecen mayor libertad pero igualmente es necesario cuidar aspectos de la higiene y el orden, puesto que estos son un reflejo de los hábitos de limpieza personal. Se caracterizan por ser más inclinados hacia la creatividad y por ello permiten el uso del verde, violeta, azul y otros colores que transmitan seguridad y confianza.

Observar estas recomendaciones es esencial cuando se opta por trabajos que están íntimamente relacionados con la opinión que los clientes tienen de la empresa, como por ejemplo, los de atención al público. En este caso, ya no solo se trata de una valoración individual, sino de la imagen que tendrá la compañía.

Este mismo criterio se aplica a quienes se desenvuelven en el área de la belleza, como los manicuristas o estilistas. En su caso, es esencial ser coherentes, puesto que nadie querrá arreglarse su cabello en centro estético en el que los peluqueros vayan despeinados o posean un aspecto notablemente descuidado.

Si próximamente tendrás una entrevista de trabajo o la presentación de tu proyecto comercial a futuros inversores, no olvides seleccionar la ropa adecuada. Esta será un recurso que podrás utilizar a tu favor para transmitir tu mensaje.