Hay personas para quienes la publicidad, ya sea en prensa, televisión, radio o Internet resulta una molestia, una interrupción a lo que ellos quieren percibir. Para otros, el aviso o el comercial representa un instrumento útil que les ayuda a conocer la oferta del mercado y a evaluarla, tras lo cual deciden comprar el producto promocionado. En el caso del mundo digital se ha encontrado que la relación entre los primeros y los segundos es de un 10 a un 90%.

Estudios realizados en el mercado mexicano han encontrado que al usuario los anuncios comerciales en el ciberespacio le permiten decidir que artículos debe comprar; asimismo, se ha observado que hasta un 86% de estas personas adquieren productos online luego de haber visto la respectiva publicidad. Y de estos, apenas el 10% había planificado realizar la actividad; o sea, un 90% de los consumidores son influenciados por los sistemas promocionales insertados en la tienda digital de su preferencia.

Pero, ¿qué hace que la gente cambie sus decisiones sobre la adquisición o no de un determinado artículo? Básicamente, que el modo de hacer publicidad se ha adaptado a las nuevas necesidades y a la exigente competitividad del mercado. Ahora la información que se muestra al usuario es interesante y atractiva, además, es inteligente y dedicada a quien recibe el mensaje; en consecuencia, un anuncio personalizado facilita la toma de decisión.

La segmentación es útil para el consumidor

Los nuevos programas informáticos permiten que los computadores practiquen el autoaprendizaje o se instruyan a partir de la retroalimentación que reciben de los usuarios. Por ejemplo, un traductor online en la actualidad funciona mucho mejor que hace unos años porque ha asimilado las correcciones hechas por el público.

De la misma manera, la navegación por Internet deja una estela acerca de los gustos o las necesidades del consumidor, y la publicidad hoy apunta a cubrirla.

Por supuesto, si a un estudiante se le muestran propagandas de nuevos y atractivos diseños de cuadernos es más probable que se entusiasme antes que un ama de casa sin hijos; esta se animará más a comprar productos de limpieza concentrados y biodegradables.

Esta selectividad de la información se conoce como segmentación y resulta vital a la hora de hacer que una campaña publicitaria tenga éxito o fracase estrepitosamente. El comercio así lo ha entendido.