A nivel empresarial, eventualmente, llega un punto donde la expansión se convierte en una necesidad. Una de las formas de más comunes de crecimiento, es a través de las sucursales. Esta son sedes secundarias que se establecen con la finalidad de tener un mayor alcance en el mercado.
Su funcionamiento se basa en el desarrollo total o parcial de actividades de la sociedad matriz y aunque son autónomas en su gestión, guardan cierta dependencia con la sede principal. Pero, no todos se atreven a dar este paso, puesto que incluso cuando esto es lo recomendable, sigue siendo una decisión que conlleva riesgos, especialmente si no se sabe poner en práctica.
Algunos consejos:
- Elegir el momento adecuado: una de las causas más comunes por las que fracasan las empresas al abrir una sucursal, es porque lo hicieron cuando no era necesario. Hay señales que indican que es hora de expandirse. Por ejemplo, las largas filas que hacen los clientes o el esfuerzo que realizan trasladándose desde lejos para adquirir determinados productos. Si estas no se han manifestado, es mejor esperar la oportunidad correcta.
- Hacer un plan de negocios: es esencial prever los costos estimados que se desprenderán de esta decisión, así como tener previsiones de crecimiento. También, es fundamental saber que las sucursales exigen una estructura diferente de la empresa principal, y por ello debe establecerse la que resulte más favorable.
- Hacer un estudio de mercado: después de determinar que existen indicadores de que es oportuno abrir una sucursal, es preciso preguntarse cuál es el lugar más conveniente para hacerlo.
La respuesta a dicha pregunta se obtiene. tras un análisis basado en el comportamiento de los consumidores y de las ventajas de diversos lugares. Ello, por supuesto, requiere realizar algunos viajes y obtener datos que permitan determinar cuál es el más conveniente.
Es importante tener en cuenta que durante todo el proceso que implica el establecimiento de una sucursal, se requiere del asesoramiento de expertos en la materia. Este es el único modo de dar dicho paso con la seguridad de que se obtendrán los resultados esperados.