Por varias razones los días, las semanas y los meses parecen ir más rápido de lo que podemos advertir, por ello a veces nos es complicado tener el control de todo cuanto nos gustaría, pero sin duda alguna hay cuestiones sobre las cuales debemos estar atentos pues son la base de cuanto hacemos y queremos hacer en la vida, en resumen en la familia, la salud y las finanzas.
Dejando para otro escrito las dos primeras, en este vamos a conocer algunas ideas para llevar un control más estricto de las finanzas, sin que esto signifique convertirnos en unas máquinas registradoras pero si procurándonos el beneficio de aprovechar lo que tenemos hoy y usándolo para conseguir lo que queramos tener en adelante.
¿Sabes cuál es tu capacidad de ahorro?
Parece una pregunta de examen, pero en ella radicas muchas de las posibilidades que puedes comenzar a construir desde hoy. Los economistas y expertos en finanzas recomiendan guardar el 10% de los que ganas mensualmente de forma de ir acumulando una alguna suma por año.
Pero esta pregunta se resuelve sabiendo el promedio de lo que ganas o del dinero que entra a casa, sobre todo si hablamos de familias en las que las deudas se asumen de forma compartida. Recuerda que lo que ganas no solo viene de tu trabajo, podrías tener algún otro ingreso producto de alguno de tus talentos u ocupaciones que también te reporten alguna suma al mes.
Puede que no sea la misma cantidad siempre, pero con el tiempo podrás tener un promedio que te permita hcer proyecciones en cuanto a algún plan que quiera llevar a cabo en el mediano plazo, esto puede traducirse en un viaje o incluso en la inversión de tu propio negocio.
¿Sabes cuál es tu meta?
Pues si, la clave para tomar las riendas de las finanzas personales es tener trazada la recompensa por “portarte bien”, desde que somos niños se nos acostumbra a ello ¿por qué no adoptar esta filosofía que ya traemos intrínseca, en nuestra conducta de adultos? Fíjate un incentivo para alcanzar a través de tu control de ahorros y seguramente serás más disciplinado aún.
De hecho si has planteado correctamente tu meta, seguramente habrás colocado fecha tope para cumplirla y habrás entendido cuanto debes reservar mensualmente para alcanzarla según tu planificación. Es básico, dejar que pasen los días sin tener alguna meta personal por la cual trabajar y esforzarte puede hacer que te aburras en el proceso, así que la solución está en ti.