En el entorno empresarial, ocurre con frecuencia que se utilizan términos diferentes para referirse a una misma actividad. Hay quienes opinan que en tales casos, hacer distinciones es irrelevante, pero nada más alejado de la realidad. Especialmente, cuando sucede con dos figuras tan distintas como el Startup y el emprendimiento.
Sí, estas dos figuras, a las que muchos suelen referirse como si se tratase de lo mismo, son en realidad, dos modos distintos de involucrarse en el mundo empresarial. Esto no quiere decir que no haya semejanzas entre ellas, porque en efecto las hay. Pero a pesar de ello, es importante entender la finalidad de cada una, ya que esta es la clave para comprender de qué se tratan.
El emprendimiento, es el término más popular de ambos y se aplica a aquellas iniciativas que implican el aprovechamiento de una oportunidad comercial. Son fruto de un análisis bien elaborado, que se realiza con el fin de determinar la rentabilidad del negocio. Esta modalidad puede ser llevada a cabo por una o varias personas.
Por otra parte, cuando se habla de una startup, se hace referencia a un proyecto de innovación. Este puede ser realizado por emprendedores, pero no es necesario que sea así. En este caso, quienes impulsan la idea están enfocados en crear un plan novedoso, único y original que logre destacarse en el mercado.
De modo que, la mayor diferencia entre ambos métodos, es la innovación. Es imposible que exista una startup sin la idea pionera, en cambio el emprendimiento puede tener carácter original o desarrollarse sobre áreas ya explotadas previamente.
Otra diferencia entre ambas, es el nivel de riesgo que se asume. No todas las ideas innovadoras logran ganarse la aceptación del público y aun cuando lo hacen, pocas alcanzan la sostenibilidad temporal. En cambio, los emprendedores, al optar por ámbitos ya conocidos, pueden efectuar un estudio más exacto del mercado y realizar una mejor gestión de riesgos.
Ahora que conoces las diferencias y semejanzas entre ambos métodos empresariales, puedes elegir el que más te convenga. Antes de hacerlo, es recomendable definir previamente tus objetivos, así sabrás cuál de estas alternativas es más idónea para ayudarte a cumplirlos.