Nos encontramos en la era del conocimiento y hoy más que nunca, las ideas tienen un gran valor en el mundo empresarial. De hecho, en muchos ámbitos, estas poseen mayor relevancia que los recursos tradicionales.
Dichas ideas, forman parte del capital intelectual o activos intangibles. Junto a ellas, también figuran ciertas habilidades y destrezas que, si bien no pueden reflejarse dentro de la contabilidad, son elementos que han tenido mucho que ver con la obtención de los resultados. Se trata, de uno de los factores primordiales en las compañías y en consecuencia, debe ser protegido.
Esta protección, implica asegurarse de clasificar los activos, a fin de establecer cuáles serán protegidos a través de patentes, modelos de utilidad o como secretos industriales. De esta manera, se evitará que otros sectores del mercado tengan acceso a estos y se aprovechen de ellos.
A tener en cuenta
En este sentido, debe tenerse en cuenta es que para algunos, no existen límites cuando de la competencia comercial se trata. Por esta razón, ponen en práctica toda clase de estrategias que les permitan estar por encima de sus oponentes, incluyendo aquellas que son desleales o incluso, ilegales.
Estamos hablando del espionaje corporativo, una práctica muy frecuente que gracias a los avances tecnológicos es cada vez más difícil de detectar. Por medio de ella, se roban datos de diversa índole, incluidos aquellos que forman parte del capital intelectual.
Esta práctica ilícita abarca desde la utilización de recursos tecnológicos como grabadoras y aplicación de software, hasta la infiltración de personal para que suministre información de interés. Es muy difícil detectar estos trabajos y más aún demostrarlos y lograr que sean sancionados. De manera que, dicha amenaza, es otra de las razones por la que deben establecerse medidas de seguridad que garanticen su protección.
El esfuerzo que tú y tu equipo hacen por ofrecer innovación, así como la recompensa que esperan obtener por ello, pueden estar en riesgo. Ten presente que el mercado empresarial se desarrolla en un plano competitivo, que tiende a tonarse agresivo. Por tanto, procura aplicar medidas de seguridad oportunas, a fin de mantener a salvo estos activos tan importantes.